Pero esa capacidad estatal parece no traducirse en mejores condiciones de vida. Los habitantes de estos municipios están poco satisfechos con los servicios públicos, como el acueducto (25 %) y la salud (23 %), y esa inconformidad se evidencia más si se compara con el resto del país (41 % y 21 % respectivamente). Asimismo, el contar con mayores recursos no se refleja en una mejor percepción de la seguridad; por el contrario, la mala situación de los líderes sociales es percibida como parte de la vulneración de la seguridad comunitaria.
No obstante este panorama poco alentador, al compararlos con municipios NO-PDET, Los Cautelosos están significativamente más dispuestos a acciones de reconciliación. Están dispuestos a compartir el espacio laboral con desmovilizados (55 %) y están dispuestos a que los hijos de los desmovilizados estudien con sus hijos (51 %).